Llega el verano, la ola de calor, los pactos de gobierno, los meses sin trabajo y las vacaciones, merecidas, necesarias y a veces forzada porque en los chiringuitos no hay hueco para los cuentos. Pero también llega el momento para la cosecha de historias, de lectura implacable o de escucha, simplemente de escucha, para volver con la mayor de las energías e inspiración para darlo todo en el inicio de la temporada, cuando amainen los calores. A continuación reseñamos momentos de mucho orgullo y satisfacción (por usar unas expresiones de cierto ex rey). 1. Desde hace poco más de dos años hemos empezado a adentrarnos en la vida comunitaria de nuestros barrios cercanos, generando un pequeño circuito por donde circulan las historias contadas y generan encuentros, con los cuentos como excusas. Así perviven dos escenarios, como la Asociación Familiar La Oliva (barriada la Oliva) y la librería El Erizo de Papel (La Juncal), aunque también hemos realizado alguna intervención en La casa
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